Desde el 21 hasta el 26 de abril el cuerpo de bomberos forestales de Extremadura recorre distintas zonas de la región para visibilizar su precariedad laboral y exigir la profesionalización del colectivo como servicio público. La Vera ha sido la tercera zona recorrida en estas marchas culminando en un acto político en Jaraíz con representantes de CCOO, PSOE, IU y EQUO.
Silvia Arjona/ AECOS

“De dos en dos, que la carretera tiene muchas curvas y hay mucho tráfico”, avisaba uno de los bomberos forestales que integra la campaña El Fuego no es juego. Retenes en marcha minutos antes de dar comienzo la tercera caminata promovida por CC.OO Extremadura y con el objetivo de reivindicar mejoras laborales en los retenes del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma de Extremadura (Plan Infoex). Eran cerca de las 16:30 de la tarde y la curva de la garganta Jaranda, en Jarandilla de la Vera (Cáceres), marcaba el punto de salida para los 40 bomberos de la zona, aproximadamente, que tomaban rumbo hacia Jaraíz, protegidos por la Guardia Civil y una ambulancia de la Cruz Roja.
La tarde gris y arrugada se iluminaba con el reflejo de los chalecos amarillos de los caminantes y las camisetas hechas para la ocasión. Podría parecer la estela de un incendio en una noche de verano en medio de la vegetación frondosa de la comarca verata, porque de fuegos y de las condiciones con las que trabajan quienes los mitigan y los apaga va esta lucha. Una pelea que exige la profesionalización del colectivo de bomberos forestales como servicio público dentro del Plan Infoex de Extremadura, formado por más de 800 personas dedicadas profesional y permanentemente a las labores de prevención y extinción de incendios.
Salobrar López, una de las escasas mujeres que trabajan en estos retenes, está de guardia en el puesto de Jaraíz de la Vera, pero se ha acercado a saludar a sus compañeros, todos hombres. Asegura que no podría compaginar su vida laboral y familiar si tuviese hijos o hijas porque la dedicación para cuidar el medio natural es absoluta. Las 24 horas de los 365 días del año están disponibles para apagar un incendio en cualquier punto de la amplia zona geográfica que protege cada retén en Extremadura. Emilio Mateo, que trabaja en Plasencia (Cáceres), desde donde se cubren las comarcas de Gata, Hurdes, Ambroz, Jerte y Tiétar, asegura que tan sólo tienen treinta minutos desde que se produce el aviso para acudir al lugar del fuego, “si no te sancionan”.

Cada vez cuentan con menos herramientas y coches para desplazarse a las tareas de prevención, realizadas especialmente en invierno. “Han dado 40 millones de euros a una empresa privada que alquila los coches, que es quien ocupa todo, por lo que nos hemos quedado sin vehículos; también nos faltan herramientas, no podemos hacer una planificación adecuada y la prevención, cada vez más, se va reduciendo”, explica Diego Gallardo que se ha desplazado desde Guadalupe, donde trabaja como bombero forestal, para acompañar las reivindicaciones de estas marchas. Es delegado de CC.OO en Infoex y como sindicalista exige la profesionalización de este sector: “somos importantes en cuanto a labores de limpieza de montes, labores preventivas en entornos rurales y forestales”, exclama convencido del necesario papel que desempeñan en Extremadura.
Otras de las peticiones son las mejoras en un trabajo que presenta un horario dispar y con demasiadas horas extras nunca remuneradas. Gallardo cuenta que en concreto en la Vera hay gente que termina con una media de trescientas horas fuera de su jornada laboral. “¡Trescientas horas se dice pronto!”, exclama abriendo los ojos simulando la locura que parece. La recompensa son horas libres que no quieren, lo que piden es compaginar las labores preventivas en invierno con las de extinción en verano y eso, en la Vera, se hace difícil debido a las muchas horas de más trabajadas, “es la zona más conflictiva”, exclama.
Asimismo, el año pasado se restringió a la mitad la contratación en la época alta de riesgos de incendios, de cien personas eventuales para esas labores se pasó a la mitad, incrementando las dificultades y la precariedad en el trabajo, por lo que exigen “políticas expansivas y no restrictivas” para un colectivo que ahora es insuficiente y que corre muchos riesgos, algo que también quieren poner de manifiesto el próximo 28 de abril, en el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Para todo ello hay que reformular un conjunto de condiciones laborales como mejorar la formación, reforzar la categorización del propio desarrollo de la profesión, fortalecer las contrataciones, modificar los horarios laborales y el dispensario para trabajar; es decir, mejorar de manera transversal todo lo que significa el cuidado del monte porque de él depende la vida de muchas personas, no sólo la de los bomberos forestales.
Extremadura, un gran bosque
La región cuenta con un 65,5% de superficie forestal, según el Plan Estratégico Forestal de Extremadura, siendo una de las Comunidades Autónomas de mayor masa de bosque de toda España. Por lo que a estas reivindicaciones de mejoras laborales se suma la necesidad de potenciar el medio natural y su patrimonio como fuente económica para la región.

El Secretario General de CC.OO Extremadura, Julián Carretero, asegura mientras acompaña a los bomberos forestales en esta semana de marchas que el monte extremeño es vida y empleo, que fija población en el ámbito rural, que atrae al turismo, que genera servicios hoteleros, que es energía y sol. “En un momento en que el Gobierno de Extremadura está desentendiendo de una manera manifiesta lo que es el mundo rural en nuestra región, es fundamental conservar el equilibrio entre lo rural y lo urbano para seguir manteniendo población y seguir haciendo una fuente de empleo y de economía en nuestros pueblos. Mucho más cuando estos días los datos aseguran que Extremadura ha perdido más de 6.200 personas”, explica refiriéndose a las estadísticas del Padrón Continuo en España, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
En el acto político realizado en la Plaza Mayor de Jaraíz al terminar los más de 15 kilómetros de marcha, Carretero asegura que el presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, no tiene idea de gobernar los problemas de las y los extremeños ni darlos solución. “En tres años que llevas gobernando, el deterioro de los servicios público es evidente, el deterioro del mundo rural es evidente. Por eso, a lo largo de esta semana la gente del Plan Infoex no sólo está peleando por sus condiciones laborales, por su reconocimiento profesional, sino también porque el monte sea fuente de trabajo, de economía y de asentamiento en el mundo rural de Extremadura”, grita subido al atril del escenario instalado para la ocasión.


Junto a él se encuentran el secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien matiza que no por querer tener empleo, tenemos que dejar de dar valor al trabajo “en una Extremadura de 160.000 personas paradas”. También están presentes el diputado en la Asamblea de Extremadura por IU, Víctor Cascos, el miembro de la Comisión Ejecutiva Federal de EQUO, Alejandro Sánchez, y el alcalde de la localidad verata, Bonifacio Sánchez. Todos, unidos a la causa, ofrecen unas palabras de apoyo a los bomberos forestales servidas con gazpacho y caldereta, gracias a la siempre colaboración de las mujeres de la Asociación de Amas de Casa, Mujer Jaraiceña.
Con lluvia, frecuente en la comarca de la Vera, se cerró la tercera jornada de El Fuego no es juego. Retenes en marcha. Un chaparrón siempre necesario para que la vegetación de la zona conserve su frondosidad y para que sus gargantas, que le otorgan caudal al río Tiétar, corran cristalinas en verano. La llaman la Galicia extremeña y viendo sus estampas primaverales es evidente la expresión. Una flora al estilo del monte Mediterráneo que es vida y que le otorga a Extremadura un patrimonio único porque, como creen Salobrar, Emilio, Diego y muchas otras personas presentes en estas marchas, “el bosque lo es todo”.

* Las marchas culminan el sábado 26 de abril en Cáceres frente al Centro de Coordinación Regional del Plan Infoex, después de haber pasado por las comarcas de Tentudía, la Siberia, el Valle del Jerte y el Parque Nacional de Monfragüe.